El 1º de septiembre se conmemoran 76 años del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. En el curso de este este año 2015 aún se recuerdan y celebran los 70 años del fin de esa guerra que cambió la historia para siempre. En especial para los judíos, cuya existencia ha quedado marcada para siempre con el ominoso recuerdo de los 6.000.000 de judíos asesinados en la Shoá.
Algunas personas, por más increíble que parezca este comentario, consideran que el tema de la Shoá comienza a ser un tema cansador. Para otros, los judíos debemos dejar de victimizarnos porque han ocurrido otros genocidios y no somos los únicos que hemos padecido. Entonces la banalización no proviene solo de gente a la que no le importa el tema o de aquellos que incluso lo niegan, para muchos judíos también este es un tema que ya debería comenzar a ser cancelado.
Ciertamente es durísimo y muy amargo todo lo que concierne a esta clase de actitudes y especialmente por lo absurdas que se oyen. En este momento de la historia, donde aún viven algunos de los protagonistas de los hechos más horrendos de que la historia tenga memoria. Donde han quedado escasos descendientes de familias diezmadas por los asesinatos que perpetraron los nazis y sus cómplices, es muy difícil comprender la intención que subyace en la demanda de olvido. Especialmente de parte de los mismos judíos. Como dijo alguien muy bien intencionado “nosotros no fuimos las únicas víctimas” pero con quien estamos en total desacuerdo, es cierto que todos los genocidios son inaceptables e intolerables, no hay razón válida que los justifique, pero tal vez la diferencia más trágica que caracteriza a la Shoá de todos los otros genocidios es que esto no se hubiera escrito y ningún judío hubiese podido leerlo. Si el nazismo hubiera triunfado no existirían judíos vivos en el mundo. Tan simple como eso, para que se entienda con claridad.
Sin embargo lo que intentamos ahora es recuperar la memoria de muchos héroes desconocidos, que ayudaron a salvar muchas vidas y de los sabemos muy poco, aun ahora con todo el tiempo transcurrido. En este caso queremos contarles cómo pudieron huir muchos judíos de la Europa nazi, a través de España y Portugal y gracias a quiénes pudieron escapar salvando sus vidas
Con respecto a este tema el diario El País dijo que “El Holocausto -o el espectro del Holocausto- también pasó por España, aunque la inmensa mayoría de los españoles no se enteraron de que las víctimas eran judíos. Para ellos, aquellos hombres, mujeres y niños escuálidos y atemorizados que llegaban del otro lado de los Pirineos no eran más que refugiados. Y para la Cruz Roja y el régimen de Franco eran "apátridas". Así que nadie entendió jamás aquella paranoia franquista del `contubernio judeomasónico’”
En el año 1942 tiene lugar un cambio en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la dictadura franquista. La designación en septiembre de 1942 de Francisco Gómez-Jordana Sousa, Conde de Jordana como canciller, representó un cambio importante en la política exterior española que seguramente ayudó a salvar muchas vidas en la Europa dominada por el nazismo. Se suponía que simpatizaba más con los aliados que con las potencias del Eje. Fue precisamente en la primavera de 1942 cuando llegaron los hermanos Sequerra a instalarse en Barcelona.
Sequerra ha sido el gran olvidado de la epopeya de la gente que ayudó a los refugiados que escapaban de la Europa dominada por el nazismo.
El historiador Josep Calvet fue una figura clave para entender la supervivencia de los miles de fugitivos judíos -el historiador calcula que entre 4.000 y 6.000, solo por los Pirineos leridanos- desfilaron entre 1943 y 1944 por Viella, Sort, La Seo, Lérida y finalmente, Barcelona. Sequerra había nacido en 1913 en Faro (Portugal), era un judío, por supuesto- que trabajaba para el gobierno portugués. En noviembre de 1941 desembarcó en Barcelona con el cargo oficial de delegado de la Cruz Roja portuguesa –cargo utilizado como una pantalla para ocultar sus verdaderas actividades- pero con el objetivo real de abrir una sede de la American Joint Distribution Committee (JDC), organización de ayuda a los refugiados judíos mantenida con fondos de sus correligionarios norteamericanos.
Se instaló en el hotel Bristol, entonces en la plaza de Cataluña y centro de una frenética actividad. Hasta que las oficinas, que ocupaban toda una planta del hotel, fueron asaltadas el 18 de julio de 1944 por un grupo de falangistas y Sequerra y los suyos tuvieron que emigrar al vecino Paseo de Gracia. ¿En qué consistía el trabajo de Sequerra y las dos decenas de hombres y mujeres que integraban la JDC?. Según Calvet, mantenían un contacto continuo con los hoteles de los pueblos de frontera, que les informaban de la llegada de grupos de fugitivos judíos y estaban autorizados a alojar por cuenta de la JDC a cualquier apátrida que recogieran. Sequerra. Viajaba por España visitando los campos de internamiento de los refugiados.Era en estos campos que Sequerra contactaba con las familias judías.
Cuando se informaba de la llegada por la frontera de un grupo de refugiados, Sequerra los recogía, pagaba la cuenta y se los llevaba a Barcelona, donde buscaba alojamiento temporal para la gente que, generalmente llegaba con lo puesto al final de su destino. La JDC abonaba 23,50 pesetas diarias por persona entre alojamiento, manutención y dinero de bolsillo. Sequerra era un hombre de múltiples habilidades que lo capacitaban para esta tarea de salvar gente. Sabía cómo sobornar a guardias, policías y si era necesario, incluso gobernadores civiles. El historiador Calvet cuenta como ideó una hábil estrategia para evitar que los refugiados judíos en edad militar terminaran en el campo de refugiados de Mirando de Ebro: “ A partir de un cierto momento, todos los judíos detenidos en España tuvieron menos de 18 o más de 40 años; esta nómina era conocida por las autoridades de manera que era aceptada.
Sequerra y su hermano gemelo que colaboraba con él también fueron atacados. El 18 de julio de 1944, un grupo de falangistas desesperados con el curso de la guerra y "estimulados” por una comida en uno de los salones del Hotel Bristol en celebración del levantamiento de las tropas de Franco de 1936, asaltó las instalaciones del JOINT y destruyó todo el mobiliario. Los Sequerra fueron también blanco de acciones directas. Como la colocación de una bomba-reloj que destruyó su auto, también hubo otras tentativas de atentados.
Sequerra gestionaba los permisos para abandonar el país y organizó los primeros grandes convoyes de refugiados judíos que parieron allende los mares. En enero de 1944, zarpó un barco de Cádiz, en Andalucía, fue la primera repatriación de judíos a Palestina: 550 pasajeros siguieron viaje en el Niassa, en un vapor portugués. "Fue el primer barco que cruzó el Mediterráneo sin escolta desde que comenzó la guerra porque las partes en conflicto les habían concedido el paso", informó el artículo publicado en el diario de Cádiz. Fue uno de los pocos casos donde pudieron navegar hacia su destino. Pero rápidamente esta vía de escape recibió una peligrosa amenaza. "En 1943, los alemanes amenazaron con bombardear los barcos con refugiados que salían de Málaga, Algeciras y Cádiz, razón por la cual los refugiados comenzaron en embarcar en los puertos portugueses", afirma Josep Calvet.
Un grupo de 850 franceses partió para el Norte de Africa, que entonces se hallaba bajo control anglo-americano, desde Setúbal el 30 de Abril de 1943. Partieron para la libertad, luego de haber escapado de la ocupación alemana y superado la detención en los campos de internación españoles.
Los viajes de los judíos eran organizados por la HICEM-HIAS. Esta era una organización judía que fletaba los barcos, Niassa, Lourenço Marques, Serpa Pinto y Luand, fueron los navíos - vapores, como se los llamaba entonces, que transportaron hacia la vida y la libertad a algunos de los 80 mil refugiados que pasaron por España en la Segunda Guerra Mundial, 35.000 de los cuales eran judíos.
En cuanto a Sequerra para el historiador Calvet lo más sorprendente de todo es el absoluto desconocimiento del papel prominente de este portugués discreto en el capítulo de esta gente que ayudó a tantos refugiados que atravesaron los Pirineos en la Segunda Guerra Mundial. “El hecho de ser judío, advierte Calvet, le impide ser reconocido como Justo entre las Naciones -como el Schindler de Spielgberg, o como el embajador Sanz Briz. Arcadi Espada contó su historia en el libro “ En el nombre de Franco”.
Sequerra continuó al frente de la JDC de Barcelona hasta 1952, atendiendo a los huérfanos judíos que recalaban en la ciudad y gestionando su traslado a Palestina. Los Sequerra en 1952 dejaron Barcelona y se instalaron en Brasil. Esta es una historia que no termina aquí, España y Portugal fueron los puertos de salida de gran número de refugiados y es muy importante conocer el papel desempeñado por los dictadores Franco y pmumes muy importante conocer la En una próxima entrega les contaremos la historia lhisEsta es una historia que continuará con la narración de que pasó
